Os dejamos aquí un extracto del editorial del Volumen 2 de la Revista de Lactancia Materna, en el que Paula Lalaguna, pediatra y Coordinadora Nacional de la IHAN nos recuerda la importancia de seguir trabajando por una atención excelente para los recién nacidos y sus familias:
«Se acepta de forma unánime que el contacto constante facilita el inicio temprano de la lactancia y permite una alimentación a demanda, factores clave para una producción adecuada de leche y una relación de amamantamiento exitosa.
En nuestro modelo actual de atención materno-infantil, esta cohabitación es la norma cuando se trata de recién nacidos sanos atendidos en las maternidades, pero no ocurre lo mismo cuando existen circunstancias en las que surgen problemas de salud, en la madre o en el bebé, que requieren hospitalización. En estos casos, la práctica más habitual en nuestro medio es la separación para atender al recién nacido o a la madre como pacientes independientes, sin considerar que la díada es una unidad inseparable. Es precisamente en las situaciones de enfermedad y vulnerabilidad cuando facilitar que la madre y el bebé permanezcan siempre juntos debería ser una prioridad.
Queda mucho trabajo por hacer y se necesita un cambio profundo de mentalidad para entender que la díada está en el centro y que las actuaciones de los profesionales deben proporcionar una atención sanitaria de calidad, pero adaptada a las necesidades de las familias y garantizando su derecho a permanecer juntos. Cualquier habitación de hospital, tanto de la maternidad como de la planta de obstetricia o de cualquier otro servicio, se puede transformar en una «habitación familiar», si somos capaces de comprender la magnitud y el impacto de la separación y adaptamos la organización asistencial para evitarla a toda costa.
Implementar la «separación cero» presenta desafíos logísticos y culturales, pero estos no deben ser barreras para actuar. Los hospitales deben adoptar políticas claras que promuevan esta práctica, capacitar a su personal y adaptar sus infraestructuras para hacerla posible.»
Desde nuestra revista, reafirmamos nuestro compromiso con la promoción de la lactancia materna y la defensa de la separación cero como estándar de cuidado en los hospitales. La salud y el bienestar de los bebés y sus familias dependen de ello.