Hace unas semanas tuvimos el privilegio de asistir al XII Congreso Nacional de Lactancia Materna en Gran Canaria, organizado por IHAN.
AELAMA concedió el premio a la considerada «Mejor comunicación en investigación sobre lactancia materna».
Hemos podido conversar con la autora principal del estudio (muchas gracias Noelia por tu tiempo, y por la ilusión contagiosa 😉
Os dejamos aquí el resumen de su trabajo y las respuestas a nuestras preguntas:
«Fluctuación a lo largo de los días del contenido de micronutrientes en la leche materna en relación con la dieta.»Noelia Ureta Velasco (1), Kristin Keller (2), Adriana Montealegre Pomar (3), Di unana Escuder Vieco (2), José C.E. Serrano (4), Beatriz Flores Antón (5), Sara Vázquez Román (1), Clara Alonso Díaz (1), Nadia Raquel García Lara (5), Carmen R. Pallás Alonso (1)
- Servicio de Neonatología. Hospital Universitario 12 de Octubre, Madrid, España
- Banco Regional de Leche Materna Aladina-MGU. Hospital Universitario 12 de Octubre, Madrid, España
- Epidemiología Clínica. Pontificia Universidad Javeriana. Hospital Universitario San Ignacio, Bogotá, Colombia
- Departamento de Medicina Experimental. Facultad de Medicina. Universidad de Lleida, Lleida, España
- Servicio de Neonatología. Banco Regional de Leche Materna Aladina-MGU. Hospital Universitario 12 de Octubre, Madrid, España
Introducción: La leche materna (LM) es un fluido dinámico que cambia dependiendo de múltiples factores, siendo la dieta materna uno de los más relevantes. Sin embargo, la influencia de las variaciones diarias de la ingesta dietética en la composición de la leche ha sido muy poco estudiada.Objetivo: Examinar los cambios en los niveles de micronutrientes de la LM a lo largo de 4 días asociados a las variaciones en la ingesta dietética.
Material y métodos: Estudio longitudinal llevado a cabo en un grupo de madres lactantes, quienes cumplimentaron un diario dietético durante 5 días consecutivos, y de forma simultánea se extrajeron leche para su análisis durante 4 días. Mediante el programa DIAL® se calculó la ingesta diaria de micronutrientes y de los siguientes grupos de alimentos: (1) fruta, (2) verduras, (3) lácteos, (4) cereales y (5) carne, pescado y huevos. En la LM se analizaron la tiamina libre, riboflavina libre, nicotinamida, ácido pantoténico, piridoxal, ácido fólico, cobalamina, ácidos ascórbico y dehidroascórbico, retinol, alfa- y gamma-tocoferol, colecalciferol y calcidiol. Se hizo un análisis de datos longitudinal con ecuaciones de estimación generalizada (modelos GEE, por las siglas en inglés de Generalized Estimating Equations) para proporcionar información de las fluctuaciones diarias del contenido medio de micronutrientes en la LM de toda la población de madres lactantes estudiadas y relacionar esta variación con la ingesta de alimentos y suplementos.
Resultados: Completaron el estudio 143 madres lactantes, de las cuales 113 eran donantes de leche, 20 vegetarianas y 32 madres de prematuros. Toda la leche fue madura. Respecto a las vitaminas, por cada ración diaria de carne, pescado y huevos consumida, los niveles totales de vitamina D3 en la LM aumentaron 243,2 pg/ml. Por cada 1 mg/día de suplementación de riboflavina, los niveles de riboflavina libre en la LM aumentaron 28,6 mcg/L. Los niveles de piridoxal en la LM aumentaron 6,3 mcg/L por cada 1 mg/día de suplementación con vitamina B6 y 2 mcg/L por cada ración diaria de fruta consumida, según los coeficientes ajustados del modelo. Respecto a los oligoelementos, por cada ración diaria de carne, pescados y huevos, los niveles de selenio en la LM aumentaron aproximadamente 0,16 ppb (Tabla 1).
Conclusión: El análisis longitudinal de la LM permite cuantificar el impacto de la dieta y la ingesta de suplementos en las variaciones de micronutrientes de la LM día a día.
Estudio financiado por el Instituto de Salud Carlos III (FIS PI15/00995).
¿Podrías explicarnos en lenguaje sencillo de qué va vuestro trabajo?
Por supuesto. Nuestro trabajo es un estudio muy amplio que investiga la influencia que tiene la dieta y la nutrición de la madre en los nutrientes de la leche materna. Hemos abordado diversos aspectos sobre este tema. En este último análisis hemos querido conocer si las variaciones en la ingesta de alimentos y nutrientes a lo largo de cuatro días consecutivos de un grupo de mujeres lactantes influencian el contenido promedio de vitaminas y minerales de la leche a lo largo de esos días. Hemos demostrado que, efectivamente, la concentración de algunas de las vitaminas y uno de los minerales fluctúa en la leche a lo largo de los días en relación con la dieta de las mamás lactantes, en concreto, la riboflavina (vitamina B2), el piridoxal (vitamina B6), la vitamina D y el selenio. La ingesta de huevos y pescado mejora el contenido de vitamina D y selenio en la leche. Tomar fruta aumenta el contenido de vitamina B6. Y los suplementos de vitamina B2 y B6 aumentan el contenido de esas vitaminas en la leche.
¿Cómo es que empezasteis a investigar sobre este tema?
El diseño de este estudio se llevó a cabo en 2014-2015. Por aquel entonces, en el Banco Regional de Leche Materna Aladina-MGU, situado en el Servicio de Neonatología del Hospital 12 de Octubre, no sabíamos si debíamos aceptar o no como donantes de leche a las mamás con dieta vegetariana o vegana. La mayor preocupación en este sentido era el riesgo de deficiencia de vitamina B12 en la leche de este grupo de mujeres, pero teníamos muy pocos datos científicos que nos ayudasen a tomar una
decisión. Y por ello decidimos que debíamos investigar cómo era la leche de las mamás vegetarianas/veganas. Pero no sólo eso, sino que además teníamos que estudiar la leche de las donantes con dieta omnívora, ya que había también un gran desconocimiento en cuanto al contenido de vitaminas y minerales en la leche de las donantes. A su vez, nos planteamos qué podía ocurrir con las mamás de los grandes prematuros ingresados en nuestro Servicio de Neonatología, sometidas a la preocupación y el cuidado de sus hijos, con apenas tiempo para preparar comidas y preocuparse por su alimentación.
De modo que en este estudio han participado mamás donantes de leche, mamás con dieta vegetariana o vegana y mamás de grandes prematuros ingresados en ese momento en el Servicio de Neonatología. A todas ellas se las hizo un estudio dietético
muy detallado durante cinco días seguidos y de forma simultánea recogieron leche durante cinco días consecutivos, para poder relacionar la dieta con la composición de la leche. También se hicieron análisis de sangre y orina a las mamás para ver cómo estaban sus reservas de nutrientes y estudiar cómo repercutían en su leche. Se determinaron gran cantidad de nutrientes la leche: los macronutrientes (proteínas, grasas e hidratos de carbono), los micronutrientes (vitaminas y minerales) y se hizo un estudio muy completo de la calidad grasa de la leche, como, por ejemplo, los distintos tipos de ácidos grasos o de triglicéridos.
Todo esto fue posible gracias a la financiación del proyecto por parte del Instituto de Salud Carlos III.
¿Qué es lo que más te ha gustado de realizar este trabajo?
Muchísimas cosas. En primer lugar, me ha conmovido la generosidad de las mamás que participaron en el estudio y que invirtieron su valioso tiempo en llevar a cabo un estudio tan costoso. Las estaré eternamente agradecida.
En segundo lugar, la colaboración con equipos tan prestigiosos como el CIAL, los compañeros de la Universidad de Lleida, la Dra. Montealegre de Bogotá, todos ellos grandes expertos en la materia que me han enseñado mucho. Empaparme de los conocimientos de mis directoras de tesis, las Dras. Carmen Pallás y Nadia García. Y el trabajo codo con codo con mis compañeras Kristin Keller y Diana Escuder, del Banco Regional de Leche Materna, un auténtico placer trabajar con ellas. En tercer lugar, todo lo que he aprendido sobre nutrición de la mujer lactante y cómo la dieta impacta directamente en la cantidad de nutrientes en la leche materna. En el análisis de nuestros datos ha sido apasionante comprobar cómo se confirmaban los datos de otros investigadores a nivel internacional a la vez que descubríamos cosas nuevas.
¿Qué crees que aporta?
Aporta gran cantidad de información muy valiosa que se puede aplicar en las mujeres que amamantan para mejorar su salud y la de sus hijos. En nuestro estudio hemos descubierto varios factores de la dieta que influyen significativamente en el contenido de nutrientes de la leche materna. Por ejemplo, el perfil de ácidos grasos de la leche está en íntima relación con la dieta de la madre. El consumo de lácteos y suplementos de vitamina D aumenta el contenido de vitamina D en la leche. De manera similar, la ingesta de vitamina B2 y la suplementación con esta vitamina incrementan su presencia en la leche materna. También hemos observado que los suplementos de vitamina B6 elevan los niveles de B6 en la leche, y el consumo de frutas incrementa tanto la vitamina B6 como la vitamina C. El contenido de yodo en la leche depende del consumo de yodo por parte de la madre y la suplementación con yodo es capaz de aumentar el yodo en la leche.
El consumo de huevos y pescado repercute positivamente en el contenido de selenio y vitamina D en la leche materna. Aquí quisiera recalcar la importancia del consumo de pescado azul durante el embarazo y la lactancia, ya que es la principal fuente de DHA, un ácido graso omega-3 crucial para el desarrollo cerebral y visual del lactante. Aunque existe preocupación por el contenido de mercurio en algunas especies de pescado azul, el consumo de especies de tamaño pequeño, como sardinas, boquerones, arenque, salmón, caballa y trucha, puede proporcionar los beneficios del DHA sin el riesgo asociado al mercurio.
En nuestros análisis hemos comprobado que los niveles de DHA en la dieta están estrechamente relacionados con los niveles en sangre y en la leche de las mujeres que amamantan. Nuestro estudio revela que las mujeres vegetarianas y veganas consumen muy poca cantidad de DHA, sus niveles en sangre son bajos y también su contenido en la leche, que es insuficiente para las necesidades del lactante. Por esta razón, en el Banco de Leche hemos comenzado a recomendar la suplementación con DHA derivado de algas a las donantes de leche con dietas vegetarianas o veganas, o a aquellas que por otras razones no consuman pescado. Por otro lado, hemos encontrado que las mujeres vegetarianas y veganas con una suplementación adecuada de vitamina B12 mantienen niveles normales de esta vitamina en su leche. Todo esto refuerza la importancia de que la mujer lactante lleve una alimentación saludable y rica en nutrientes, no sólo por el bienestar de su bebé, sino por su propia salud. Durante la lactancia, el bebé se nutre de su madre, haciendo de esta etapa un período particularmente exigente para las mujeres, con una alta demanda de nutrientes. Y aunque algunos nutrientes se mantienen relativamente estables en la leche materna independientemente de la alimentación de la mamá, ésta puede llegar a tener un estado carencial si no los consume en cantidades adecuadas. Por ello, es fundamental que como sociedad nos concienciemos sobre la necesidad de proteger y apoyar a las mujeres durante la época de crianza, para que puedan cuidar de su bienestar y mantener una alimentación adecuada, promoviendo así una mejor salud materno-infantil.
¿Por qué piensas que los bancos de leche merecen la pena? Cuestan mucho dinero y al fin y al cabo existe la leche de fórmula…
¡Gran pregunta! Los bancos de leche humana son realmente valiosos por varias razones, especialmente cuando hablamos de bebés prematuros o con necesidades especiales.
Primero, la leche materna tiene una composición única que la leche de fórmula no puede replicar completamente. Contiene componentes bioactivos (anticuerpos, células vivas, hormonas, enzimas, etc.) que no tiene la leche de fórmula, que ayudan a proteger a los bebés de infecciones y enfermedades, y que además promueven un desarrollo sano. Esto es crucial para los bebés prematuros, que son más vulnerables a enfermedades y complicaciones. Los los bebés prematuros alimentados con leche humana (de la propia madre o donada), en lugar de fórmula, tienen menor riesgo de desarrollar una enfermedad intestinal muy grave y característica de la prematuridad que llamamos enterocolitis necrotizante, una enfermedad que puede llegar a ser realmente devastadora. Además, se ha demostrado que en las unidades neonatales que disponen de bancos de leche tienen mejores cifras de alimentación con lactancia materna durante el ingreso y al alta, un resultado importantísimo.
Los bancos de leche humana son, sin duda, una inversión valiosa. Proporcionan leche materna donada por otras madres de manera altruista, que se analiza y se procesa cuidadosamente para garantizar que sea segura y nutritiva para los bebés que más la necesitan. Los bebés que reciben leche materna donada en lugar de fórmula artificial no sólo tienen beneficios durante el tiempo en el que están ingresados en las unidades neonatales, sino que además tienden a necesitar menos hospitalizaciones y tratamientos médicos a lo largo de su infancia, lo cual contribuye a una mejor calidad de vida y ahorra recursos al sistema de salud a largo plazo. Aunque mantener un banco de leche puede ser costoso, merece la pena ya que los beneficios en términos de salud pública y bienestar infantil superan con creces la inversión.
Primero, la leche materna tiene una composición única que la leche de fórmula no puede replicar completamente. Contiene componentes bioactivos (anticuerpos, células vivas, hormonas, enzimas, etc.) que no tiene la leche de fórmula, que ayudan a proteger a los bebés de infecciones y enfermedades, y que además promueven un desarrollo sano. Esto es crucial para los bebés prematuros, que son más vulnerables a enfermedades y complicaciones. Los los bebés prematuros alimentados con leche humana (de la propia madre o donada), en lugar de fórmula, tienen menor riesgo de desarrollar una enfermedad intestinal muy grave y característica de la prematuridad que llamamos enterocolitis necrotizante, una enfermedad que puede llegar a ser realmente devastadora. Además, se ha demostrado que en las unidades neonatales que disponen de bancos de leche tienen mejores cifras de alimentación con lactancia materna durante el ingreso y al alta, un resultado importantísimo.Los bancos de leche humana son, sin duda, una inversión valiosa.
Proporcionan leche materna donada por otras madres de manera altruista, que se analiza y se procesa cuidadosamente para garantizar que sea segura y nutritiva para los bebés que más la necesitan. Los bebés que reciben leche materna donada en lugar de fórmula artificial no sólo tienen beneficios durante el tiempo en el que están ingresados en las unidades neonatales, sino que además tienden a necesitar menos hospitalizaciones y tratamientos médicos a lo largo de su infancia, lo cual contribuye a una mejor calidad de vida y ahorra recursos al sistema de salud a largo plazo. Aunque mantener un banco de leche puede ser costoso, merece la pena ya que los beneficios en términos de salud pública y bienestar infantil superan con creces la inversión.
¿Por qué crees que merece la pena invertir recursos (humanos, materiales, económicos) en estudiar este tipo de cosas, que parecen tan áridas, o en que muchas personas podrían pensar «qué más da»?
Cada estudio que realizamos nos ayuda a avanzar en el conocimiento científico y cada hallazgo nos acerca a nuevas y mejores formas de cuidar la salud. Invertir recursos en estudiar la composición de la leche materna y su relación con la dieta materna puede parecer un tema muy especializado y poco relevante a primera vista, pero en realidad tiene un impacto profundo y amplio. Entender cómo la dieta de una madre afecta a la leche puede ayudarnos a mejorar la calidad nutritiva de la leche y así mejorar la salud de los bebés, especialmente los más vulnerables, como los prematuros. Estos bebés necesitan una nutrición óptima para crecer y desarrollarse adecuadamente. La prevención de enfermedades y complicaciones a través de una nutrición óptima logra una población infantil más sana. Los niños que crecen sanos tienen un mejor rendimiento escolar y menos problemas de salud a lo largo de su vida. Esto se traduce en una sociedad más productiva en el futuro y en una reducción de los costes médicos a largo plazo. Por tanto, invertir en estos estudios tiene beneficios inmediatos para la salud de los bebés y sus madres e implicaciones a largo plazo para la salud pública, la economía y el conocimiento científico. En este sentido, nos gustaría agradecer a la Asociación AELAMA el premio concedido, que nos anima a seguir investigando en este campo.
Después del trabajo, ¿qué otras preguntas os han surgido para las que todavía no tenéis respuesta?
Aunque hemos avanzado mucho en el estudio de la relación entre la dieta materna y la composición de la leche materna, todavía quedan muchas preguntas sin respuesta.
Sabemos que los cambios en la dieta materna pueden influir en la leche materna, pero necesitamos entender mejor cómo estas variaciones afectan a los bebés a largo plazo. ¿Cómo impactan en su desarrollo cognitivo y físico a medida que crecen? Otra pregunta que nos ha surgido es ¿Cómo podemos personalizar la nutrición para madres lactantes? Cada madre y bebé son únicos. Queremos desarrollar métodos para personalizar recomendaciones dietéticas y de suplementación basadas en análisis
individuales de la dieta y la leche materna, teniendo en cuenta las necesidades específicas del bebé. Por otro lado, nos gustaría estudiar cómo afectan las lactancias prolongadas a las reservas de nutrientes de las madres. Estas son solo algunas de las preguntas que estamos explorando. La investigación en este campo es continua y siempre hay nuevos descubrimientos y desafíos que enfrentar. Estamos comprometidos a seguir investigando para mejorar la salud y el bienestar de las madres y sus bebés.